Redacción: Andrés Azamar

Este jueves se estrenó en Netflix la muy esperada The Irishman, dirigida por Martin Scorsese y protagonizada por Robert de Niro, Al Pacino, Joe Pesci y Harvey Keitel.

Con ya dos semanas como parte de la programación de la Cineteca Nacional, la película ha mantenido boletos agotados y críticas positivas. Éstas abundan en el gran desarrollo de la trama en la cual distintos personajes de la mafia estadounidense tienen relevancia y en el recuerdo de películas que el mismo Scorsese realizó en los noventas como Casino y Goodfellas.

La trama sigue a De Niro, Frank Sheeran, mafioso que se relacionó de forma directa con Jimmy Hoffa y con Russell Bufalino. Estos tres personajes luchan de manera importante por mantener el poder del sindicato que dirige Hoffa y de las calles en ciudades como Chicago y Philadelphia.

La película es una suma de emociones distintas entre las que figuran la nostalgia por el cine que Scorsese construyó a través de De Niro y Pesci, la increíble actuación de Al Pacino y los nervios provocados por los conflictos en los que los personajes se involucran.