Gaslighting o «luz de gas», violencia invisible
Psic. Adriana Alférez Álvarez
La violencia psicológica puede pasar desapercibida, ya que es muy sutil y en ocasiones tiene manifestaciones que no son del todo evidentes. Consiste en una serie de conductas en las cuales el agresor busca dominar y someter a una persona por medio de sus emociones.
Una de las manifestaciones de la violencia psicológica es el Gaslighting o «luz de gas», el cual consiste en manipular a la víctima manejando la información de manera que llegue a dudar de su propia percepción de las cosas, acciones o pensamientos, e incluso plantearse la propia cordura. Puede presentarse principalmente en las relaciones de pareja, aunque también puede darse en relaciones de amistad, de trabajo, familiares, etc.
Las víctimas de este tipo de violencia no son conscientes de su situación y por tanto se ve afectada su autoestima y generan un estado de dependencia y entrega hacia su agresor. Quien realiza el gaslighting emplea una comunicación confusa que enmascara su hostilidad, emplea silencios hostiles, quejas, bromas hirientes o humillantes para desestabilizar a la otra persona, la cual, con el tiempo termina por creerse responsable de lo que ocurre en la relación y deviene en un estado depresivo.
La mayoría de nosotros hemos sido bombardeados con gas en algún momento de nuestras vidas, por lo que es importante aprender a detectar la técnica, apagarla y minimizar el impacto psicológico en nuestra vida diaria.
El gaslighter o abusador:
- Suele recurrir a la mentira y niega cosas que ha dicho o hecho.
- Trata de hacerte creer que olvidas o te imaginas cosas que tú das por verdaderas.
- Se presenta como la víctima para hacerte sentir mal, con culpa e inseguro/a de ti mismo/a.
- Cuestiona y minimiza tus sentimientos y tus experiencias. Aunque sientes que estás en lo correcto, debes defender esto para sentirte aprobado/a.
¿Cómo podemos combatirlo?
- Pon atención en las señales de alerta.
- Confía en tu propio criterio, en tus valores y en tus creencias.
- Sé objetivo/a: no se puede perder la cabeza sólo cuando estamos con una persona concreta y funcionar bien con el resto.
- Mantén tus decisiones: no cambies de opinión sólo porque alguien te lo diga.
- Respeta tus emociones: nadie te puede decir cómo te has de sentir. No te juzgues desde la perspectiva del otro, sino desde tus propios parámetros.
- Cultiva tu asertividad.
- Rodéate de personas que te hagan sentir bien, no mal. Comunícate.
- Crea tus propios espacios. Dedica tiempo a tu evolución y a tu crecimiento personal.
- No esperes la aprobación del acosador. No intentes llegar a acuerdos ni que se reconozca tu posición cuando haya manipulación de por medio, es una batalla perdida.
- Cuestiónate la necesidad de mantener en tu vida al acosador. Busca alternativas.
Recuerda que en La Salle podemos apoyarte.
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