Hablemos sobre ansiedad…

Rafael Cruz

19 septiembre, 2022

Por:
Psic. Mariana Pérez

En los últimos años “ansiedad” es una palabra que usamos con frecuencia, quizás porque muchos la experimentamos o porque llevamos más de dos años en una pandemia que ha detonado muchas emociones, lo cual nos ha permitido ser más conscientes de nosotros mismos y de lo que sentimos. Este término lo hemos integrado a nuestro lenguaje muchas veces sin saber realmente lo que significa.

Para trabajar en nosotros mismos es importante identificar y reconocer lo que nos pasa, por lo que consideramos importante marcar algunas diferencias.

Estrés

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, es la reacción del cuerpo a una situación desafiante o demandante. El estrés nos ayuda a evitar el peligro y cumplir con ciertas demandas como puede ser la entrega de algún proyecto o la temporada de examenes. Podemos decir que en ocasiones sentir estrés es adaptativo.

Ansiedad

La ansiedad es una reacción natural ante situaciones amenzantes, puede variar la intensidad. En un nivel moderado puede ayudarnos a mantenernos concetrados y afrontar retos, sin embargo en ocasiones puede ser una respuesta desproporcionada ante la situación que estamos viviendo. Puede provocar un deterorio del funcionamiento psicosocial.

Transtorno de ansiedad

Cuando estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren con nuestras actividades diarias, son difíciles de controlar, son desproporcionados en comparación al peligro real y su duración puede ser más larga de lo usual. Algunos ejemplos de transtornos de ansiedad según el DSM-V son: Trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de ansiedad social, fobias específicas, trastorno de ansiedad por separación, trastorno de ansiedad inducido por sustancias, etc.

Ataques de pánico

Los ataques de pánico ocurren de manera repentina e implican un temor intenso y generalmente abrumador. Van acompañados de síntomas físicos como ritmo cardiaco acelerado, dificultad para respirar o nauseas, los cuales pueden ser similares a los de la ansiedad, por lo que facilmente pueden confundirse o darse al mismo tiempo, sin embargo en un ataque de pánico estos síntomas son mucho más intensos y abruptos.

Pueden ser inesperados, es decir, sin una causa externa evidente o esperados, cuando si hay un estresor externo como por ejemplo alguna fobia.

Como puedes ver hay una linea delgada entre cada una de las definiciones por lo que es importante acudir con un especialista para su diagnóstico.

Alguno de los síntomas que se pueden experimentar son:

Aislamiento social
Confusión
Dificultad de tomar decisiones por más simples que parezcan
Irritabilidad
Tristeza
Sensación de pérdida de control
Desmotivación
Pérdida de sentido
Desesperanza
Cansancio
Dificultad para concentrarte
Preocupación
Miedo
Soledad
Dificultad para respirar
Sudoración
Pulso acelerado

Recuerda que no estás solo, en el CIVE encontrarás un espacio seguro, libre de juicio en donde te ayudaremos a identificar lo que te pasa, te brindaremos herramientas que te ayuden a manejar el estrés y la ansiedad y, de ser necesario, canalizarte con un especialista para una valoración completa y que la ansiedad no interfiera con tu día a día.